Hoy tuve un día de mierda.
Quiero lamer perentoriamente
mis partes preferidas de tu cuerpo.
Puta que es culeá la gente.
Partiré por tu lengua, al borde de tu boca.
Seguiré con urgencia, al monte de tu cuello.
Y no me gustan los jefes,
todos siempre son una mierda.
Me iré despacito, a tu pecho calentito.
Tocaré con mi boca a tu guata acalorada.
Alguna vez
todas deberíamos tener la suerte de pegarle a un jefe.
De lamidos a besos, te voy recorriendo
llegaré por supuesto, a tu parte de hombre.
De cuerpos
de besitos en la cara,
de más besos.
De mis ganas inminentes
de seguirte lamiendo.
De olvidarme de todo
de irme en tu sexo.
(Hay una parte en tu espalda,
tu omóplato específicamente.
Queda siempre de tal forma
que alcanza justo mi cara.
Ahí me gusta estar
y dormir
y oler
y hacerte cariño
y terminar mi día acurrucada)
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