en el
hogar, tiene nombre de madre.
Presiono
los dientes
que la
paz no se espante.
Me
arranca el cabello
tu
puño que no se abre,
mi
mano corre a tu cuello
no
logro alcanzarte.
Me
sangran los nudillos
sin
siquiera tocarte,
escarba
en las venas
tu
poder petulante.
Voy
buscando tu nombre
en el
cansancio de mi padre.
Mis
pies pequeños,
de ti
quisieron hablarme
preguntaron,
dónde está el juego
que un
día les quitaste.
Me
quedo en silencio
como
buscando la esperanza,
en
esos ojos de niña
que
intentan vivir infancia.
Veo mi
camino, aún sin alcanzarte
le
pido a mis años,
que no
te busquen con hambre
cómo
hacerlo, sin mi risa delirante.
Eres
ser sin carne,
no
puedo alcanzarte.
Pongo
corazón al mundo
para
poder matar a alguien.
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